martes, 27 de noviembre de 2007
Diego Maradona, dos momentos, una misma vida
1973. Una de las primeras fotos de Diego en acción, a los 13 años jugando para los legendarios Cebollitas, llevado de la mano protectora de su segundo padre, ese hombre sabio y de bien llamado Francis Cornejo. La supuesta adolescente “seriedad” y “responsabilidad” de aquellos campeonatos Evita, pero igual todo el intenso placer lúdico de los picados de su niñez en los potreros de Fiorito, en la expresiva lengua afuera del Pelusa. El apoyo en las puntas del pie, la pierna derecha arriba amenazante del rival... que se queda solo en eso. Toda la poesía corporal ya del perfecto gesto técnico llamado “sombrero”.
23 años después...de todo, de la fama mundial, del dinero, del poder, de la gloria. Su última jugada-gol. Mucha vida ya había pasado con sus marcas. Físicas y de las otras. La experiencia se llevó mucha potencia y gran parte del explosivo pique corto. Tal vez en algún rincón, adicciones o vicios mas o menos como los que todos tenemos, se cobraron también algunos reflejos, dejando a cambio algunos kilos de más. Los años trajeron, con su carga de alegrías y tristezas, al hombre. Pero NO SE LLEVARON AL CHICO. La esencia del Pelusa seguía allí. La lengua afuera, las puntas de pie, el placer lúdico de aquellos juegos del potrero continuaba todo ahí. Acaso la mejor explicación del porque de la gloria... ya eterna. Como al potrero nadie jamás se lo podrá quitar.
Diego Armando Maradona
Porque con esto de los bebes que ya vienen con un micrófono abajo del brazo con carácter de espiquers de nacimiento se produce el caso de comprobar que antes, solo nacían jugando al fútbol como este tocayo fenómeno que es Diego Maradona, 16 años y de quién la gente pregunta “si habla” ¿Si habla? Pobre de vó! Más que habla hace hablar a la pelota. Y como Maradona es casi un niño, en Parque Patricios la tarde dominguera fue la fiesta de la niñez esperanzada.
Un corner contra campo huracanero; Giordano, uno qui fu de Racing y ahora talla fuerte con el rojo de los “bichos”, sirvió el tiro de la esquina, más bien corto, más bien fuerte, más bien a media agua; la defensa globera queda chanta, Baley Chocolate se quedó esperando que hirviera la leche y Maradona, con toda su viveza de gorrión suburbano, con toda su alegría de pibe y su visión de maestrito de la globa y con toda su audacia y todo su pelo, se anticipa a todos va al encuentro de la talope, le da la bienvenida y con un toque de coroca clava el cuero entre las piolas y los bichos 1 a 0. Baley pensaba en el chocolate espeso y Carrascosa, más bien no quería creer en lo que allí había pasado.
Ahí está Diego Maradona, 16 años, es uno más y es un fenómeno. Tiene un gran parecido con Omar Sívori “El Cabezón”; igual en la forma repentina que apareció en las carteleras estelares, siendo por igual casi unos niños; en la misma facheta de carasucias, mirada pícara de muchachitos traviesos que han tenido que salir temprano a ganarse el bullón; de gambeta insolente, como de desafío a los grandotes que no los pueden agarrar ni tirándoles el lazo; los dos medio petisones pero bien construidos; los dos medio cabezones aunque Sívori le gana por media cabeza ¿te acordás lo que dijo aquella vez un reo del tablón? “Fijate vó- le contaba a otro que tenía de ladero- que este Sívori, cuando va a la peluquería, la cabeza no se la lavan, se la baldean”. Sívori tuvo la fortuna de aparecer en un clú de los grandes. Y allí es más fácil picar alto y levantar vuelo. Casi tan facilongo como le es difícil a uno de clú chico, reducido al tono humilde de la cosa de barrio, que la gran publicidad se ocupe de él y le ayude a trepar por esa escalera de la fama donde la meresunda viene sola: guita, morlacos, vento, incienso, halagos y sonrisas de niñas platinadas llegan solas...
Estábamos en eso, meta guitarrear viendo las cosas que estaba haciendo el pibe Maradona con la globa; ya estaba Argentinos 2 a 0 por un penal inútil hecho por jugador torpe, cuando se estaba jugando el segundo tiempo y Huracán era una lágrima...y en eso desencadenan los “bichitos” su contragolpe y es Maradona el que lleva la pelota.
Atención que es el genio. Allá va y gana terreno. Un esquive a Leone que se va por “corbata”; un movimiento de cuerpo y Miguel Flores que se va por “baranda”; es un patinador sobre hielo, es un zapateador, es un billarista. Entonces es cuando le sale al cruce Baley como queriendo evitar que el genio se haga el loco. Y Maradona que es el genio lo esquiva con una gambeta cerrada, saluda y se va. Le sale Fanesi; el “bichito” lo espera, lo desplaza con un golpe de cintura y abierto el boquete en la trinchera rival, abierto el agujero y despejado el camino de la gloria el chico –como en un brindis a los chicos catamarqueños que contemplaban aquella jugada con ojos maravillados- tocó y marcó el gol que fue lo más hermoso de la tarde futbolera del domingo.
Diego Lucero , 10000 horas de fútbol, Pág.52-55, 1977.
Maradona y los héroes.
Como el día del partido inaugural, frente a Bélgica, tuvo un desempeño opaco, muchos se preguntaban de dónde, desde cuándo y por qué el mito Maradona. Después del partido de Argentina contra Hungría, que el pequeño astro iluminó de principio a fin con el fuego de artificio de su sabiduría, ya nadie lo pone en duda: Maradona es el Pelé de los años ochenta. ¿Un gran jugador? Más que eso: una de esas deidades vivientes que los hombres crean para adorarse en ellas. Por un período que será fatalmente breve –este es el más absoluto y el más fugaz de los reinados-, al argentino le toca ahora ser, para millones y millones de personas en el mundo, lo que fueron, en sus también rápidos turnos imperiales, Pelé, Cruyff, Di Stéfano, Puskas y algunos otros: la personificación del fútbol, el héroe en quien este deporte se hace cifra y emblema. Los mil millones de pesetas que, se dice, ha pagado el Barcelona por incorporarlo a sus filas
son una prueba rotunda de que Maradona ya accedió a ese trono, y, a juzgar por lo que fue su actuación ante los húngaros, y el eco que ella ha tenido en el público, este Mundial demostrará que el “Barca” ha hecho una inversión rentable. Diez millones de dólares es mucho dinero por un simple mortal que patea la pelota, pero no es nada si lo que en verdad se compra es un mito.
Maradona es un mito porque juega maravillosamente, pero también porque su nombre y su cara se graba en la memoria al instante y porque, por una de esas indescifrables razones, que no tienen nada que ver con la razón, de entrada nos parece inteligente y simpático. ¿Tienen algo que ver esa impresión con su estatura? En el partido contra Hungría, viéndolo operar entre esos altos y fornidos defensas magiares que se relevaban con patética ineficacia por contenerlo, uno tenía la alentadora impresión de que hay una justicia inmanente, de que también en el fútbol es cierto eso de que más vale la maña que la fuerza, de que lo que cuenta, a la hora de patear la pelota, no son de ningún modo las patas, sino la fantasía y las ideas. Sin embargo, a pesar de su escasa estatura, Maradona no da la impresión de ser frágil, sino alguien fuerte y sólido, acaso por esas piernas robustas, de músculos salientes, que resisten sin menoscabo los encontrones de los defensas adversarios, no importa cuán altos y fuertes sean. Esa cara de muchacho soñador, ingenuo, lleno de buenas intenciones, le sirve de maravilla para engatusar a los desmoralizados bípedos encargados de cuidarlo, porque lo cierto es que, a la hora de cargar y jugar recio, también sabe hacerlo y con un ímpetu que se diría incompatible con su físico.
No es fácil definir el juego de Maradona. Es de tanta complejidad que, en su caso, cada adjetivo necesita una apostilla, una matización. No es brillante e histórico, a la manera del soberbio Pelé, pero su eficacia es tan rotunda cuando lanza, desde ángulos inverosímiles, esos disparos potentísimos hacia el arco, o cuando, mediante un pase escueto y preciso como un teorema, pone en movimiento una irresistible operación ofensiva, que sería injusto no llamarlo espectacular, un jugador que torna un partido en una exhibición de genio individual (o en un “recital”, como dijo un crítico, con excelente puntería, de su desempeño frente a Hungría). El estilo de Maradona traumatiza esa división que creíamos válida entre un fútbol científico, típico de Europa, y un fútbol artístico, de estirpe hispanoamericana. El delantero argentino practica ambas a la vez y ninguna de ellas en especial, es una curiosa síntesis en la que la inteligencia y la intuición, el cálculo y la inventiva se apoyan continuamente. Igual que en su literatura, Argentina ha producido un estilo de fútbol que es la manifestación más europea de lo hispanoamericano.
Si en los próximos partidos, Maradona juega como jugó contra los húngaros, organizando con la misma eficacia las acciones ofensivas de su cuadro, bregando con idéntica codicia el balón, pateando y cabeceando al arco con la misma furia y precisión y arreglándoselas, incluso, para bajar y echar una mano a su propia defensa, no hay duda que, con prescindencia de la colocación de Argentina en el cuadro final, él será el héroe de este campeonato (y de los años que sigan).
Los pueblos necesitan héroes contemporáneos, seres a quienes endiosar. No hay país que escape a esta regla. Culta o inculta, rica o pobre, capitalista o socialista, toda sociedad siente esa urgencia irracional de entronizar ídolos de carne y hueso ante los cuales quemar incienso. Políticos, militares, estrellas de cine, deportistas, cocineros, “play-boys”, grandes santos o feroces bandidos, han sido elevados a los altares de la popularidad y convertidos por el culto colectivo en eso que los franceses llaman con buena imagen los monstruos sagrados. Pues bien, los futbolistas son las personas más inofensivas a quienes se puede conferir esta función idolátrica. Ellos son, claro está, infinitamente más inocuos que los políticos o los guerreros, en cuyas manos la idolatría de las masas se puede convertir en un instrumento terrible, y el culto del futbolista no tiene las miasmas frívolas que enrarecen siempre la edificación de la artista de cine o de la musaraña de sociedad. El culto al as del balompié dura lo que su talento futbolístico, se desvanece con este. Es efímero, pues las estrellas de fútbol se queman pronto en el fuego verde de los estadios y los cultores de esta religión son implacables: en las tribunas nada está más cerca de la ovación que los silbidos.
Es también el menos enajenante de los cultos, porque admirar a un futbolista es admirar algo muy parecido a la poesía pura o a una pintura abstracta. Es admirar la forma por la forma, sin ningún contenido racionalmente identificable. Las virtudes futbolísticas –la destreza, la agilidad, la velocidad, el virtuosismo, la potencia- difícilmente pueden ser asociadas a posturas socialmente perniciosas, a conductas inhumanas. Por eso, si tiene que haber héroes, ¡que viva Maradona!
Mario Vargas Llosa
La copa se quedo sin gracia
“Entretanto usted se esfuerza para ser un sujeto normal / Y hacer todo igual / Yo, de mi lado, aprendo a ser loco / maluco total / En la locura real.../ Controlando a mi locura /Mezclada con mi lucidez / Voy a quedarme... quedarme con certeza / Maluco Belleza, yo voy a quedar / Con certeza, maluco belleza.../ Ese camino que yo mismo escogí es tan fácil seguir / Por no tener adonde ir.../ Voy a quedarme con certeza / Maluco belleza, voy a quedar...” (Raúl Seixas, Maluco Beleza)
John Lennon decía que todo lo que es sincero y sale de adentro tiene valor, siempre dice alguna cosa, como la canción arriba, de Raúl Seixas. Yo agregaría que arte solo es arte cuando es un grito que viene de adentro. La espontaneidad y autenticidad se miden por ahí... El arte es el corazón, arde con él, es febril. Forma de manifestación superior del espíritu, el arte es el último reclamo del alma, de ahí que necesariamente tiene que ser siempre crítica (o entonces no es arte) Reflejo mediatizado de la realidad, el arte es en última instancia, una protesta. ¿Y que es sino esa protesta sino el desahogo de un alma depredada, que no se encuentra o no acepta lo real, ese aburrido real?
Tal grito puede ser también aquel del alma perdida en el amor y no correspondida. O del alma que, en busca de su identidad, de su espacio, todavía no consiguió doblar la realidad, vencerla, no consiguió comunicarse, no consiguió enfrentar lo otro, no consiguió ser! Hasta porque no es fácil, no es simple. Los más mediocres se dejan corromper por los celos, envidia... Viven alimentándose del rencor. Vengándose. Son rebeldes, sí, pero la falta de talento los lleva al laberinto de la intriga, del chisme: hablo de mi carácter. Los más sensibles gritan, pero no en el arte. Son también rebeldes, pero miran mas lejos. Dejan su legado sincero para la Humanidad, que así va aprendiendo con la experiencia de los más sensibles.
La droga es la fuga de quién ya se cansó (o no tuvo fuerzas ni coraje) de gritar. Donde quien ya gritó, percibió que no sirvió de nada. Lo cotidiano, aquél del día a día, es sofocante, además de sin gracia. Peor: la mayoría de las veces, victorioso. La droga no es el problema, es la única salida/respuesta para aquellos que no consiguen convivir o enfrentar lo real (este sí, es el problema).
Quién lucha para sobrevivir sabe: ese conflicto entre lo que usted gustaría que sucediera y lo que de hecho sucede es lo que lleva a las drogas (y yo incluyo aquí, es claro, el alcohol, y el humo, ¿por qué no?). Entonces no hay como condenar esa nueva muletilla encontrada por la Humanidad: la droga. O usted intenta mudar lo real o queda callado y no juzga ni condena al drogado. Cuando compuso “Maluco Beleza”, Raúl Seixas (que murió victima de la droga) hizo arte. En la letra, se percibe la relación de madurez que mantenía con la droga. Raúl murió por causa de la droga, pero también maduró con ella. Si no dio la vuelta por arriba, a tiempo de abandonarla como sucedió con Lennon, es otra cuestión.
Lo que yo quiero decir es que fue mejor para el mundo tener Raúl Seixas con la droga, que un Raúl Seixas “normal, que quiere decir hacer todo igual”, por lo tanto sin ella (la droga). Al menos (y lo que se reconoce en la letra de la canción), la droga lo “desmediocrizó”: y ¿qué es ser normal, correctito, sino estúpido? Normal es aquel que ya se conformó con lo real, sucumbió a ello, no grita, es feliz en su mundito pequeño, como el pajarito que capituló delante de la jaula y ahora “piensa” que aquel es el mejor de todos los mundos.
John Lennon fue más lejos: se drogó hasta no poder más y entonces descubrió que la droga era una fuga, era intentar tapar el sol con la mano, no era una buena salida. Cierta vez dijo que “estuvo allá”, pero que solo se encontró en si mismo, no con la droga. Solo drogándose llegó a esa conclusión. Raúl llegó a la misma, sin embargo nunca tuvo fuerzas para salir de la droga. Alma frágil, al menos murió lúcido.
Ahora, este caso de Maradona. ¿Cual es el brasilero que no quería ver a la Argentina afuera? Todos sin excepción. Evidentemente se olvidaron de que, algunos meses atrás Zetti (nuestro arquero Zetti) también anduvo reprobado en el examen anti-dopping. Encontraron cantidades suficientes de cocaína en su orina. Ahí, el jugador alegó que había tomado té de coca en Bolivia, pero la cantidad encontrada daba margen para muchas dudas. Todo quedo dicho por no dicho y la FIFA PERDONÓ AL JUGADOR. Ahora, con Maradona (¡ah, los antecedentes!), no hubo perdón.
Yo dudo mucho que Maradona haya tomado estimulante en esta Copa. Dudo mucho. Yo siempre tuve una fuerte admiración por este bajito, pero al mismo tiempo un profundo odio; por eso, puedo hablar de boca llena: lo que hicieron con el fue trampa de la gruesa, para sacar a la Argentina de la Copa, favoritísima en la recta (entonces, a un paso del tri, digámoslo).
Joao Havelange está no se hace cuantos mandatos en la FIFA y nunca el Brasil, con él allí, fue campeón del mundo. La edad ya esta pesando de tal manera que el parece haber hecho todo para que esta vez sea de Brasil. Havelange no pudo evitar que, en el sorteo nuestra llave acabase volviéndose una de las más difíciles. Pero, en la fórmula de disputa, colocó de un lado a Argentina, Alemania e Italia, para que se devorasen, y una sola fuese para la final. Del otro lado, dejó apenas a Brasil y a Holanda, y esto con certeza no fue coincidencia. El tiro casi salió por la culata ya en la primera fase, porque sin Maradona, la Argentina quedó tercero en su grupo y por poco no tuvimos que enfrentarlos (Rumania se encargó de impedirlo).
De cualquier manera hay un olor a maniobra en todo esto y la podada en Maradona parece ser parte del arreglo. Vamos, Maradona es el mayor del mundo, es genio, es brillante. Esta mucho más para un loco total, para maldito de que para muchacho normal (no se por que Pelé me viene a la cabeza ahora). (¡Vean todo mi apoyo a Pele!).
Habría sido mucho mas emocionante, bonito, sincero, honesto, derrumbar a la Argentina con Maradona y todo en el campo mismo, a nuestro estilo, que en las alfombras con la manito de Joao. ¡Todo porque Maradona es un drogado!¡No se trata de hacer la apología de la droga! ¡Claro que no! Pero si de reconocerla como el medio de llegar al “aquello que yo quiero ser”, o al “lo que yo quiero que sea”, puesto que “lo que es” es terrible y sin gracia.
Créalo, los que condenaron ayer pueden, y posiblemente sean los drogados de hoy. Es preciso acabar con ese cinismo construido siempre por los “normales”. Es preciso poner fin al moralismo barato, que solo ve en realidad sus propios intereses, la mayoría de las veces.
Abajo la droga, si, pero antes abajo las causas que llevan y han llevado al mundo a drogarse. Sin su mayor estrella, la Copa perdió la gracia. SINCERAMENTE. MARADONA VALE MAS QUE UN MILLÓN DE CASTIGADORES (aunque todos ellos sean normales).
viernes, 16 de noviembre de 2007
Brasil e Italia 1982. Zico, y Falcao, el Beckenbauer sudamericano
-El Brasil de Tele Santana en el 82 es filosóficamente lo opuesto, sobretodo en el medio juego. El enorme Falcao se junta ahora con el doctor Sócrates, con un Zico a pleno y con Toninho Cerezo. En la izquierda hay una zurda émula, llamada Eder, de los mísiles marca Rivelino, que ya no están. Pero atrás deja la exitosa línea de 4 para pasar a una de 3...pero zonal. Junior se suma al exquisito medio juego e incluso al ataque, para golear o desbordar. Pero olvida la prioridad de un lateral que es defender.
Con la categoría de varios de esos jugadores, las eliminatorias son un paseo y también es muy exitosa la gira del verano europeo en el 81. Riqueza de técnica, rotación y el pressing zonal en la salida, complican a todos. Cae Wembley por primera vez ante un elenco sudamericano, luego Francia el futuro campeón europeo y también el entonces vigente, Alemania con todos sus titulares. Tres triunfos de visitantes contra lo mejor de Europa y sin Falcao ya la gran figura de la Roma.
-Sin embargo el gran Joao Saldaña advierte y previene errores táctico-estratégicos groseros: Roberto Dinamita o Serginho de nueve, son un frontón, rompen todo el circuito de juego. La zona vacía y de rotación en lugar de ser por la derecha seria mejor por el medio, como vs Alemania en 1981. Pues nadie ocupa defensiva-ofensivamente la punta derecha (al otro año 1983 Renato Gaucho, convocado y no utilizado, ganaría con el Gremio de Porto Alegre la Copa Libertadores y la Intercontinental, casi solo arriba por la punta derecha). A Joao solo le faltó decir que como Eder tampoco es wing de desborde, el “lateral izquierdo” Junior no sabe defender, o no le interesa. No piensa en ello. Solo espera el momento de volver a atacar, y encima el arquero en lugar de Leao es Waldir Perez y no da seguridad. Demasiadas ventajas para salir campeón. Encima a 2 días del debut se lesiona Careca, el posible 9 titular. En su lugar entra el tosco Serginho.
-El horno de Sevilla derrite en los segundo tiempos a la URSS, Escocia y New Zeland. A Italia le toco primero el norte oceánico de Vigo y también... una semana de descanso entre Argentina y Brasil. Además sus jugadores son delgados, pero fibrosos, símil Holanda 74, de gran despliegue y resistencia atlética para un desdoblamiento defensivo-ofensivo fulminante, en el agobiante verano español. Y varios son además grandes jugadores. Aunque la mediocridad defensiva de la zona clasificatoria de Vigo aún no tenia contrapiede, pues sus rivales no arriesgaban y ellos tampoco. El objetivo era clasificar, y lo hizo con lo justo en segundo lugar luego de tres empates y solo 2 goles a favor con Paolo Rossi, aún “ausente”. Pero versus Brasil, al contrapiede italiano hasta le anulan un cuarto gol legítimo de Antognioni y Paolo Rossi se pierde el cuarto solo...lógicamente otra vez a las espaldas de Junior.
-A Brasil con la filosofía y la masturbación estética no le alcanzó. Esto también es eficacia, recibe la lección mundialista N° 2 de la historia, sobre la gran importancia de la táctica y la estrategia, al volver a defender con 3 y encima en zona. Por su lateral izquierdo 32 años después, como en el 50, la historia se repite, y se la vuelven a dar latinos. Al igual que a la Argentina, a la espaldas de las lentas e improductivas subidas de Olguín. Tal vez por eso en el 70 el 3 verdeamarelo fue el limitado Everaldo y no el magnífico Marco Antonio. Pero la culpa no fue de la filosofía del fútbol-arte, ni del exquisito medio-juego, el mejor de la historia del fútbol mundial. Sino de casi toda la periferia que lo rodeo. Toda la sabiduría táctica-estratégica que le faltó a Brasil, la tuvo Italia con el extraordinario desdoblamiento posicional-funcional de sus grandes jugadores. La semi vs. Polonia sin Boniek fue 2 a 0, un trámite de solo 90 minutos.
-La final es con la Alemania campeona europea 1980, luego de su épico “milagro” 1 a 3 abajo versus la gran Francia de Michel Platini, su futura sucesora como campeona europea ¡Y con suplementario! Son 120 infernales minutos, en el pico del verano andaluz sevillano, donde los árabes tuvieron que construir antiguamente las calles muy estrechas para escapar del sol y la temperatura casi siempre arriba de 40 grados. Encima la tensión nerviosa al final de la dramática definición por penales, y explíquenle al gigante Hrubesch que era alemán cuando no paraba de saltar festejando el último suyo, con lo que le quedaba... al final del milagro. No importa que en la final no este Antognoni, ni que Cabrini erre el penal que el otro gigante Briegel le hace a Conti. Bergomi se ocupa del disminuido Rumennige. En el segundo tiempo de la final, no pueden levantar las piernas, Alemania se cae a pedazos, 0 a 3 abajo. El gran Paul Breitner descuenta en un rebote con lo último que le queda. Italia reguló al comienzo, descansada bajó a la Argentina, Brasil, Polonia y Alemania. No necesitó alargues, le sobraron goles. Fue el legítimo campeón.
TESTIMONIOS
“Perdemos la pelota, nos cerramos, dificultando al adversario, mordiendo. Ganamos la pelota, esparcirse, rotar” Entrenamiento en Sevilla Junio de 1982
“Mi equipo juega pensando en el mismo, y no en el adversario. Ningún jugador adversario, por mejor que sea, merece esquema especial”. Jornal da Tarde, 25/6/82
“Solo tengo envidia de la pelota, que si fuese una sola en los siete partidos del Brasil, saldría de la Copa diplomada en fútbol” Placar, 02/7/82
“La Italia usa hasta hoy un sistema de marcación superado, fruto de una costumbre que no consigue abandonar, de los clubes a la selección. Es el viejo hombre a hombre” Revista Placar Julio 1982
“Si tuviese que hacer todo de nuevo, repetiría los mismos métodos. Pero es lógico que una derrota como esta obliga a la gente a reformular un poco. Pero manteniéndome fiel a mi estilo y a mis principios. Defiendo con intransigencia el fútbol-arte. No acepto la violencia bajo ningún pretexto. No me digan que Brasil precisaba jugar mas duro contra Italia. Al final, lo que sucedió fue increíble. Un día de azar en el que nada dio cierto. Tuvimos errores individuales que fueron fatales. Tengo mi culpa en el todo. Pero yo y los jugadores siempre conversamos frente a frente, con sinceridad. Por eso, me siento libre para decir que el equipo se equivocó individualmente. Aunque no lo diga, todos vieron, por ejemplo, que en el segundo gol de los italianos Cerezo dio la pelota al pié del adversario. No estoy quitando mi culpa. También me equivoqué, todos nos equivocamos, sin duda” O Estado de S. Paulo 10/7/82
CONCEPTOS DE JOAO SALDANHA
Los mediocampístas “Es primario en el fútbol que el ataque y la defensa estén bien caracterizados por la propia definición. Pero quien siempre decide quien va a atacar o defender es el mediocampo... Fue muy bueno que Tele convocase un número suficiente de hombres que pueden jugar allí... El fútbol moderno está imponiendo un ritmo impresionante de vaivén y a veces tendremos cinco o seis en el medio, en la frente o la retaguardia. Tal movimiento exige hombres de gran categoría y talento... Es muy bueno no ir preocupados con la falta de gente en la parte más peligrosa e importante del juego. O trauma da bola, Pág. 56 y 57
“No hay claridad de objetivos tácticos... Tenemos los grandes jugadores, pero no tenemos un equipo armado... Roberto o Serginho no tienen la culpa... El problema en la selección es que la pelota viene redonda con Zico, Sócrates, Cerezo, Mario Sérgio, Junior o Leandro, y pega en ellos como si fuese un paredón... Nuestra selección juega sin puntas y, por esto, exige que el centrodelantero se desmarque rápidamente y devuelva el juego. Roberto finaliza el juego. En él termina la jugada. Para fuera o para adentro. Pero, como no afina con los otros, la verdad, es que ella no ha ido para adentro... Así es muy fácil marcar nuestro ataque. Basta marcar hombre a hombre... No tenemos en ninguna Copa de las tres que ganamos, al gran goleador. Lo que atontó a nuestros adversarios fue que el negocio podía venir de cualquier lado. Y venia. Por Garrincha, por Jair, por Rivelino, por Tostao, Pele, por Vava y hasta mismo por Zagalo que hacia sus golcitos de lo que sobraba”. Jornal do Brasil 7/3/82
Debe dar samba “Nuestra formación ideal es evidente. ¿Que es lo que ustedes creen? ¿Y si saliese Serginho y Zico fuese para el centro? ¿Alternándose con Sócrates? ¿Creo que esto debería dar samba, no?” Jornal do Brasil 21/6/82
El limite de la estupidez: “El hecho de poseer jugadores extra-serie como Zico, Falcao, Sócrates, Júnior y Cerezo daba la falsa impresión de que éramos superiores en todo... Inventaron una táctica en Brasil abandonando preciosos espacios del campo. Solamente un primario infantil y terco podría pensar que los adversarios no irían a aprovechar el error clamoroso... Los inventores del fútbol que se rechazan a ocupar espacios indispensables y que no perciben que se juega en un rectángulo, rigurosamente geométrico y quieren jugar sesgado como si las balizas estuvieran en los corners... Si llegamos a una posición tan elevada, lo debemos a la calidad de 4 o 5 jugadores excepcionales, pero cuya capacidad física también tiene límites. La Copa no era fácil de ganar. Pero la terquedad supero todo. Culpar a Serginho seria un error. El jugador no tiene la culpa de la terquedad, que quedó clara en el primer partido, pero infelizmente no fue aprovechado... J B 6/7/82
Falta de inteligencia: “...La insistencia con Serginho, un jugador sin recursos para suplir la “táctica” de la falta de hombre por el lado derecho... Jugamos mal contra Italia y con errores tan estridentes que cualquiera sentía... Y me preguntaba un colega español admirado: ¿Por qué ustedes se lanzan para delante de los italianos cuando son ellos los que tendrían que hacer eso ? Claro que apenas hice una señal de hombros como disculpándome. Creo que falto modestia por un lado... Pero el record mundial de táctica nada inteligente fue jugar sin nadie por un lado del campo... Falto inteligencia normal. Llamaron a Serginho de “mejor defensa central de la Copa”. Eso no alcanza. El no tuvo la culpa.” Jornal do Brasil 8/7/82
“A pesar de nuestra victoria, creo que el fútbol brasileño continua siendo y siempre será el más bello. En esta Copa, a pesar de ser eliminado, fue el equipo que mejor jugó” Enzo Bearzot, Placar 16/7/82 Pág. 21
El Brasil es el número uno: “ Para mí, y para siempre, los campeones del 82 serán los brasileños. Aunque no hayan llegado a las semifinales y sea ese apenas un título honorífico y moral, el Brasil es el campeón. Ellos practicaron el fútbol-fútbol. Una cosa que solo existe allá, el juego ofensivo, abiertamente al ataque. Como Holanda, en 1974, el mejor fútbol del mundo no ganó la Copa. Pero, lo más importante, a mi entender, no son los resultados: es lo que queda para el futuro, es el estilo, el espíritu de juego demostrado. Y en eso, el Brasil fue el número uno.” Johan Cruyff, Correo Catalán Barcelona julio de 1982
EL HEREDERO DE PELE
“Primero Pele consideró Paulo Cesar Caju su heredero futbolístico y después, (cuando ya estaba mas maduro para el análisis del fútbol), se quedó con Paulo Roberto Falcao. Ese es un hecho importantísimo para que podamos comprender el fútbol. Sino miremos: Falcao es fruto del fútbol moderno, surgiendo de las circunstancias en que el fútbol actual se desenvolvía. Lo interesante es que Falcao comenzó jugando como centro medio, o sea como un marcador duro. ¿Eso significaba decir que él era un jugador inmenso como Cacapava? No. Se trataba de un sujeto alto (mas de que Cacapava), tirando a delgado, pero delgado con masa muscular. Falcao también poseía mucho aliento. En la época eran publicados sus latidos cardíacos que inmediatamente volvían a sesenta por minuto después de hacer fuerza máxima. Quiere decir, que tenia una condición orgánica de atleta. Por lo tanto, un jugador fuertísimo desde el punto de vista físico. Esa fuerza, aliada a la técnica, hizo de Falcao el mayor jugador de Brasil en un determinado momento. Según Pelé, su heredero. Y lo ejemplar es que Falcao vino a ser el mayor jugador del Brasil viniendo justamente de la posición de centro medio. ¿Que es lo que eso nos enseña? Para ser el mayor jugador no es necesario mas estar en el ataque o ser el goleador. El mayor jugador del Brasil había retrocedido dentro del campo.” O imperio do contraataque, Pág. 76
martes, 13 de noviembre de 2007
Michel Platini, Francia y la Juve. Enzo Francescoli y River 1986
-No anda Cubillas, y Santilli lo va a buscar a Veira. Llega el gran motivador. 21/9/84 en el pizarrón del vestuario del Monumental dice: “Podemos quedar en la historia de River”. Primero, solidez atrás, donde estaban Saporiti y Borelli, en el 85 llegan Gutiérrez y Ruggeri para patrullar a espaldas de Gallego. Y arriba aparece “el contragolpe ofensivo”, de un equipo supersónico. Se va Gareca a Colombia, pero igual no hay lugar para la sabia veteranía de la retornada zurda de Alonso. Hay mucha más velocidad. Fulminante velocidad ya desde los laterales Montenegro y Gordillo y más en los livianos Morressi, Amuchástegui, Enrique, Alfaro y Francescoli. Y encima luego llegan Alzamendi, Centurión y la brutal potencia del nuevo Kempes, el Búfalo Funes. Como si fuera poco el Bambino detecta en las inferiores al rayo Caniggia y los ágiles y dinámicos Troglio y Gorosito.
-Hay mucha sabiduría táctica en el Bambino, y sabe perfectamente lo que quiere. El equipo no solo es velocísimo...juega muy bien, la persuasión del Bambino sabe donde más rinden sus jugadores. Al que llegó de 9 de Lanus Héctor Enrique lo hace 8. Al que jugaba de 8 cuando llegó en el 84 Francescoli lo hace 9, alternándose con el que también jugaba de 8 en Huracán Morressi. Alfaro es el “wing” mentiroso equilibrador. El equipo se hace ordenado, muy sólido atrás y explosivo arriba. Se pierde en semis el Nacional 85. Pero es muy cómodo dueño del primer torneo largo 85-86. Mucho fútbol, incluso hasta para los 2 recientes grandes campeones de América: el Independiente de Pastoriza, Bochini y Marangoni, y el Argentinos de Borgui, Videla y Cía. Es que había mucho fútbol en varios clubes de la Argentina antes de la gran oscuridad post-1986, hasta la llegada de Bianchi, y su reconquista de América recién casi una década después.
-Y hay de nuevo mucha sabiduría e inteligencia táctica en el Bambino para disimular nada menos que la venta de Francescoli al MATRA de Francia. Al punto de ser el único técnico argentino campeón intercontinental además de Carlos Bianchi desde entonces, y la única vez de River. Apoyándose en la gran solidez del triángulo defensivo central, sigue el 4-4-2, pero Veira arma un nuevo ataque ahora si con la finísima zurda del Overath argentino llamado Alonso o el gran píe derecho de Gorosito, para los piques del “loco” Alzamendi, Centurión y luego el Búfalo Funes. Invictos en la primera fase, en semis logra pasar después de los 3 épicos partidos con el enorme Argentinos campeón vigente. Otra vez el América de Cali de Gareca, Ischia, Cabañas, Willington Ortiz y Falcioni, esta en la final. Pero los hombres de Ríver, ganan allá y acá y el búfalo es decisivo. Zurda de Alonso y olfato de Alzamendi ganan Tokio.
-Michel Platini reinventor del puesto-función de enganche libre. 30 años después del gran Alfredo otro gran cerebro organizador-jugador, creador-goleador, con tal vez menos despliegue pero incomparable pegada. Y poco después Enzo Francescoli. Coleccionistas de títulos internacionales, ambos dueños de letal elegancia. De inteligencia suprema. De exquisita precisión. Quintaesencia del refinamiento futbolístico. Epicúreos de los campos, inolvidables estetas de la eficacia. Matadores por fineza artística. Esbeltos caballeros de las canchas, omnipresentes abanderados del juego, con su rancio linaje de la clase y el talento. Otro juego es posible. Yo, como a Overath, Willington, Babington, Brindisi, Alonso, JJ. López, Van Hanegem, Valderrama, Litmanen, Zidane, Scifo o Alonso, los disfruté...la pelota también. Mas que modelos, maestros o ejemplos, FAROS ETERNOS. Su luz resplandece cada vez más en esta oscura y torpe era del miedo, de disciplinados burócratas y obedientes carrileros autitos chocadores. Es solo ver su reflejo disfrutando al ver jugar a su heredero el sabio rebelde llamado Riquelme, resistiendo estoico con la bandera en lo alto. Hablan que murió el Roman...ticismo y nos quieren llevar a su ordinariez., acosándolo por recordárselas. Hay que poder apreciar el azul sutil, fluido y profundo que corre por las rebeldes venas de la estirpe heroica de los soberbios estetas del riesgo y la belleza para lograr entender. Perdón SENTIRLO. Siempre será más importante y valioso.
Jugaban River y Colón. A los cinco minutos, el Indiecito Solari maniobró a diez, quince metros de la línea de fondo por izquierda, amagó para acá, quebró para allá y puso el centro paralelo y alto con parábola corta a la altura del primer palo. Francescoli –estaba libre, de cara al origen del envío, equidistante entre espectadores de camiseta rojinegra- y no saltó: se elevó que es otra cosa. Cuando el cuerpo llegó al punto máximo de distancia con respecto a la gramilla del Monumental, en ese instante de inmovilidad previo a comenzar el descenso, la pelota le llegó.
Intersección plena (nada de ceja, de oreja, de nuca y mucho menos de hombro): frontal/parietal derecho y giro de un poquito más de cuarenta y cinco grados –algo más de cincuenta, incluso- de izquierda a derecha y con leve inclinación hacia abajo para que la pelota se abriera en ángulo obtuso ( con perdón de la palabra) y con parábola descendente, de modo tal que picase cerca de la línea de gol e inmediata al poste más lejano, inalcanzable para el manotazo de Leonardo Díaz. Gol.
En circunstancias similares, antiguos bailarines airosos como Rubén Bravo o el otro Rubén, el divino Marqués Sosa –jugadores de Academia en el mejor de los sentidos-, solían realizar un movimiento ascendente similar, con giro brusco de cervicales equivalente, pero con una resolución coreográfica distinta, algo más contenida: mantenían los pies juntos, tobillos contiguos, no separaban demasiado los brazos del cuerpo. El giro apenas si involucraba a los hombros. Lo de Francescoli ante Colón fue más expansivo, pero igualmente armónico: separó las piernas casi al máximo mientras subía, al mismo tiempo que los brazos acompañaban con un aleteo la torsión del torso que para eso está, para sumar fuerza al impacto. Pero claro que no aterrizó desparramado. Cuando volvió a tomar contacto con el césped (no es fácil precisar si la pelota ya estaba adentro o iba en camino) ya estaba armado otra vez como solía Nureyev después del vuelo. Cayó sobre las puntas y salió a celebrar entre ovaciones.
Algún purista podría objetar que se despeinó. No sería justo: desde la terrible escena final de Bonnie and Clyde y el Shock de Susana Jiménez con sus secuelas de innumerables publicidades de shampoo, la cámara lenta le ha dado un indudable prestigio estético al movimiento armónico del pelo revoleado. Y en el gol de Francescoli, repetido, repetido, repetido y repetido por televisión, el pelo acompañaba a la pelota en la salida como si la despidiera con una mano tendida desde la cabeza. El borrón del pelo, en esas repeticiones ralentizadas al máximo, dibuja el movimiento, la dirección, como el viento en la llama, como las rayitas que acompañan los dibujos de historietas. Eso es: dibujado en el aire.
La palabra para definirlo es plástico. Francescoli es plástico. Hay muchos que son “de” plástico, carecen de buena madera; hay otros que son plásticos como lo es la plastilina, lábil, fácil de deformar y que sirve mucho para nada. El señor Francescoli es plástico en el sentido estético, lo que se entiende por forma armónica, en reposo o en movimiento. Una manera digna de usar y de poner el cuerpo: cuando entra al campo, erguido y estatuario; cuando distribuye peso y equilibrio en una volea; cuando festeja sobrio, sin trabajo de coreografía; cuando saluda y levanta le brazo agradecido sin obsecuencia; hasta cuando le pegan cae como se debe...
Por eso, cuando se está yendo, lo queremos congelar; pero no como a un indeseable Walt Disney. Que quede la imagen congelada de Francescoli para que venga un Leonardo –no Leonardo Díaz, precisamente- y establezca proporciones, saque medidas, dibuje el Modelo.
Juan Sasturain, Wing de Metegol
Platini, el vagabundo
Este extraño y brillante jugador francés se parece a algunos otros y no se parece a ninguno. Tiene una personalidad tan poderosa que hasta se permite el lujo de pasar desapercibido por el campo de juego durante a veces largos periodos en la disputa de un partido (...) Admitiría cierta comparación con Rinaldo Martino, pero es otra cosa. Platini nos hace acordar a José Samitier, aquel catalán que fue amigo de Gardel, al igual que lo hacía Samitier anda como un vagabundo por la cancha. Parece un tipo que esta perdido buscando una calle. Su andar es cansino, perezoso y desinteresado de todo lo que pasa en su contorno. La camisa fuera del “lompa”, el pelo largo. Jopo, patillas. Pelambre. Todo en desorden y hablando, como hablando solo, habla sin pausa; da ordenes, manda, rezonga, discute, protesta como buen francés, se le adivina malhumorado, parece enojado como consigo mismo, con los demás, con la pelota, con el arbitro, contra el gobierno. Como si no supiera quien es y que hace. Si llegara un tripulante de un plato volador, diría: Y ese coso, ¿qué hace estorbando allí en el campo?
Un chispazo de inspiración, como si de repente se hiciera una luz, como movido por la fuerza centrífuga de un contacto de alto voltaje, como una ligazón de megatones que pusiera en movimientos émbolos, cilindros, rotores, palancas, carburadores y bujías. Todo armonizado en un concierto de potencias físicas y mentales, Platini arranca, es un rayo, un buscapié con sobrecarga de pólvora, un cohete loco que se desplaza, se escurre entre los defensas, se coloca y no le ve nadie, tan grande él y con la camisa afuera y tanto pelo y tanta fama y le llega la pelota en descubierta y la toca con la suavidad de una caricia y ahí esta el compañero para el remate fulminante y mortal, o para esperar la devolución. Y es él el gran verdugo de los guardavallas y señalando el gol por el cual (como buen francés que tiene la medida de lo correcto y el tono justo de la actitud elegante, recibe la felicitación sin alharacas y acepta el júbilo sin desbordes), para recobrar su actitud como de indiferencia recupera su paso cansino y se ausenta del extraño tumulto de la cancha (...) hasta el nuevo toque que despierte y ponga en movimiento el ingenio, porque Michel Platini es un genio del fútbol, un mago del balón, un gran talento de la ciencia futbolera, un brujo para adivinar la falla del contrario, un ídolo autentico, un “crack”, un as, un divo, un genio.
Patricio Luna, 18/06/86 Clarín
El fútbol, es, en efecto un juego. Siempre debería ser una fiesta, un espectáculo y no una cosa de vida o muerte. En la actualidad los jugadores jóvenes se complican la vida antes de tiempo, porque consideran que la carrera del futbolista está antes que el juego... el secreto reside en que las presiones que rodean a este deporte se contrarrestan de una sola forma: sintiendo placer por el juego. Es raro que quien hace algo por gusto lo haga mal, y si las cosas salen bien, entonces no hay presiones a qué responder.
Michel Platini, 1990
Por mi forma de jugar mi meta es transformarme en un jugador inteligente. Quiero ser alegre y responsable al mismo tiempo... alguien que evalúa el partido, que ve por donde se puede desequilibrar, por donde hacemos agua y como podemos solucionarlo, variar el juego. En suma, saber dar el golpe justo en el momento exacto.
Enzo Francescoli, 1983, El Gráfico
El profesional deja todo: familia, amigos, no sabe lo que es un fin de semana, deja todo por la pasión del fútbol y llegar al objetivo que es la gloria. Yo, entre jugador y DT, hace 45 años que no tengo un fin de semana. Dejo amigos, dejo familia, dejo todo. Porque es la pasión del fútbol, por buscar la gloria. La gloria es la pasion de llegar al objetivo, de llegar a ser campeón, de quedar en la historia.
Héctor Rodolfo Veira. El fútbol por dentro.
viernes, 2 de noviembre de 2007
Argentina 1978 y 1986. Menotti y Bilardo. Similitudes y diferencias, el porqué de la decadencia.
-LOS GLORIOSOS 70. Casi cuatro años después del grito “dinámica de lo impensado” de Dante Panzeri, expulsado ya del “moderno” Gráfico, llega nuestro volver a las fuentes. Al rescate de nuestra gran historia del ataque y el gol. Cesar Luis Menotti, y Rogelio Domínguez vuelven “empapados” de fútbol desde ese ya legendario Brasil junto con Didí, y comienzan a dirigir en 1971, sumándose a Labruna, Juárez, Sivori, Zubeldía y otros como Bilardo. Aparecen en primera los Alonso, J.J. López, Potente, Ferrero, Guerini, Bochini, Bertoni, Houseman, Trobbiani, Tarantini, Benítez, Dimeola, Zanabria, Poy, Benito, Asad, Kempes, Ardiles, Valdano, Villa, Marangoni, Sabella, Maradona, etc. Menotti reemplaza en pleno metro 71 a Zubeldía-Bilardo en el Huracán de Brindisi, Babington, Veira, Rendo, Doval, mientras Domínguez crea al mejor San Lorenzo de la historia, antes de su inolvidable Boca 73-75, con la alineación de Cacho Heredia, Chazarretta, Ayala, Scotta, Ortiz, Olguín, y el lobo Fischer como centrodelantero., Subcampeón nacional 71 del Central de Labruna en partido final único jugado en Rosario. Corren los años y en la famosa reunión de septiembre del 74 en La Raya, la flamante cúpula de la AFA, controlada ahora por Lorenzo Miguel y el padre del aún no menemista Fernando Niembro, acuerdan usar el decisivo voto como presidente de la misma del médico del policlínico de la UOM, el ex presidente del Huracán de Menotti, David Bracutto, para hacerle ganar al “flaco” Menotti la elección como DT de la selección sobre el “flaco” Domínguez, ignorando obviamente totalmente su afiliación comunista. Debut contra España en River el “día de la Raza”, con mitad del gran Boca y mitad del gran Huracán. La Selección Nacional es prioridad, pero Boca y River son los que mantienen a sus jugadores. Conflicto en el metro 75 varios afuera y Reglamento de Selecciones Nacionales. Adentro Gatti, Kempes, Scotta, Bochini, Houseman, Gallego y gran gira por Europa. Mientras en Argentina el nuevo golpe de derecha se hace llamar ahora grotescamente “proceso de reorganización nacional”. A diferencia de Joao Saldaña, y de los 30.000 desaparecidos, a nuestro comunista lo dejan. Los otrora muchachos peronistas ya entonces muy mediáticos, exigen renuncia, pero luego los mediáticos (alguno hasta futuro vocero menemista, y luego también asiduo entrevistador de Macri) terminan ya “coherentemente” relatando para la TV la final del mundial de la dictadura. Lista de intransferibles y hay mucha competencia europea en la serie internacional previa de 1977 en Boca.. Empieza con el 5 a 1 a Hungría y el debut de Diego para luego ser borrado, junto con Bochini. Al final de la serie el capitán Carrascosa dice adiós. Gatti también. Nunca se supo realmente el porqué.
-Al Cesar lo que es del Cesar. No alcanza con la filosofía y la estética histórica buscando imponer los “chiches” de Valencia, Houseman y Ortiz. Además de espectáculo esto es competencia. Pero están también Bertoni, Luque, Passarela. Post la primera lección de esa gran Italia de Bearzot, temerariamente el César se juega todo aprovechando la localía a un audaz 4-2- 4, que le sostienen la titánica dinámica de Ardiles en lugar del muy pedido J. J., y la decisiva presencia de Kempes y Fillol en las 2 áreas. Más la fortuna de los postes contra Perú y Holanda, y la diferencia horaria en el último partido de las semis con la que la FIFA de Havelange perjudicó al país que le hizo posible acceder a ella. Giras europeas 79 y 80 y con Diego aparece el gran equipo. Pero claras señales del mundialito 81 y los amistosos previos al 82, son tozudamente desoídas. ¿Falta de humildad, soberbia?
¿Qué paso con aquello de que el arte es disciplina de Schubert ? Res non verba.
-En España 82 y su calor estival roto Villaverde, quedan ya totalmente en evidencia la falta de movilidad y dinamismo, sobretodo del sector derecho de Galván, Gallego, Olguín, y curiosamente Kempes, con solo 27 años. Solo se es equipo y se juega brillantemente contra Hungría. Maradona dependientes y Diego con su juventud y su lamentable inexperiencia mundialista no alcanzan. Enfrente esta el 4-4-2 de un enorme Brasil y además otra vez Italia el futuro campeón. No hay desborde en los reemplazantes de Houseman y Ortiz. Nuestros solo 2 goles en cuartos son por errores rivales y desde larga distancia. Nuestro achique-offside seguía sin pressing, ni sorpresa, fue suicida como en la final del 78, y como todavía en Boca 1993. Se quedó tan a mitad de camino, como el equipo, su ánimo y concentración, junto con esa locura simultánea llamada “guerra” de Malvinas, en la que la nuestra pieza vital de equilibrio Ardiles, “presente” en España, había perdido hasta a su primo aviador mientras jugaba en Inglaterra.
-El Estudiantes 82 de Bilardo lo lleva a la Selección. Pero jugaba a lo mismo que el Boca 75, Huracán o el River de Labruna con el “nene” Comisso. Línea de 4 atrás, laterales al ataque, Trobbiani, Sabella y Ponce para administrar la pelota en el medio con el otro Russo, mas 2 puntas arriba. Pero para el 86 surge el ultracatenaccio más radicalizado de la historia, aún más que el de Helenio Herrera, copiado del que le opusiera el emprobrecido Racing a fines del 82. Libero, doble stopper, marcadores laterales “volantes” (sin licencia para conducir en México), ni permiso para pisar el área rival para Batista y Giusti. No importa, uno de los pocos que esta adelante de esos 8 colgados del travesaño es el Garrincha del 86. EL INCREÍBLE MARADONA en la plenitud de sus 25 años, le da a Inglaterra un siglo después una dosis de su propia y olvidada medicina, DRIBLING GAME... y a todos los otros rivales también. Un mes guardado en México, entre algodones a salvo de todo... hasta del agua que bebe casualmente el salvador del 85 Passarela, con quien se acababa de enfrentar, y a casi 4 años aún también del agua que bebió Branco.. Hay otro out también del 78 es el gran Fillol.
-Deportivo Maradona. Insólitamente el estúpido y subdesarrollado conflicto facturador mediático nos toma de idiotas y nos quiere hacer creer que la Argentina 86 triunfante con el superhéroe Diego, en lugar de ser por el la más genuina reivindicación del viejo y glorioso juego de los Moreno, Sastre, Martino, Tucho Méndez, Grillo o Sívori, o sea el rescate de la gran identidad histórica del mejor fútbol argentino pre-Suecia 58, se debió en realidad a la “revolucionaria” táctica del 3-5-2, con los 8 primeros colgados del travesaño, cuando todo el mundo hablaba de un equipo ordinario salvado por el 10. Finalmente, la espantosa propuesta de nuestro equipo en Italia 90, sin Ramón Díaz, Márcico ni Redondo, y sin el súper Maradona del 86, desnudó crudamente la verdad. Siendo campeones del mundo, clasificados de casualidad (con un gol de Monzón) como mejores terceros en la zona, con otra mano milagrosa de Maradona ahora defensiva y también sin sanción, y luego salvados por el último de sus “milagros” rengo y los suplentes. Caniggia primero (junto con la “revolucionaria” táctica del bidón con dopaje que nuestro “estratega” olvida incluir en las conferencias que le consigue la FIFA y en sus apariciones televisivas), cuando nos demolían los postes a pelotazos en octavos, y Goicoechea luego finalmente adivinando penales, a pesar de jugar partidos de 120 minutos en el verano italiano con hombre de más. Hasta que en la primera final con expulsados y por golpes de la historia...ya no hubo San Goyco.
-Ya mas de 20 años de daño sociocultural y frustración social acumulada por la influencia del falso conflicto mediático hegemónico. Pobreza o directamente ausencia de verdadero debate reemplazado por la estéril polémica del hipnotismo estético vs. la dictadura táctica-estratégica, de dos modelos tildados de exitosos por 5 cm, salvados de sus posturas extremistas en reiteradas ocasiones por cruciales remates en los postes (Perú y Holanda 78, Perú 85 y Brasil 90 x 3). TAN “EXITOSOS” PARA NUESTA SOCIEDAD COMO EL LUMPEN QUE UN DÍA SE SACA LA LOTERÍA.. MENOTTI Y BILARDO, 36 AÑOS YA DE TÉCNICOS, UNA SOLA LIGA GANADA CADA UNO, NI UN SOLO TÍTULO INTERNACIONAL A NIVEL DE CLUBES. Todas sus Copas América perdidas. Al menos a Menotti se le entiende perfectamente cuando habla. Pero el mediático es el Dr bidón.
-Marca vs. Talento, polifuncionales vs. especialistas, stoppers vs. zona, resultado vs. estética, detalles y pelota parada vs. conceptos de juego, obsesión vs. bohemia, trampas y “ventajas” vs. ética y fair play. De Menotti a Bilardo, de Bilardo a Basile. De Basile a Passarela-Bielsa. De Bielsa a Pekerman y otra vez Basile. Siempre de un extremo al otro. ¿Adonde vamos, quienes somos, que queremos? Como decía Schopenhauer: “No hay ningún viento favorable, para el barco que no sabe, a que puerto se dirige”. Y encima ahora, para aggiornar el conflicto facturador, parecen que quieren comenzar con un nuevo “clásico”: Basile-Bielsa, ya ni siquiera de campeones mundiales, al menos alguna vez a nivel de clubes. No aprendemos más. La síntesis brasileña sigue coleccionando títulos, mientras la miopía mediática local no se dio cuenta que la única manera de hacer crecer verdaderamente el “mercado”, fue abandonando deformaciones profesionales extremistas, neutralizándolos con la Gran Bianchi. Cuanto tiempo, cuanto papel, cuantas energías desperdiciadas. Cuanta estupidez.
-EL MATADOR nunca se preocupó demasiado por el subdesarrollado conflicto. Lo suyo eran los goles, jugando arriba casi solo en el Central de Griguol, el Valencia o la selección 78.
TESTIMONIOS
“Yo entiendo una sola manera de juego: con marca. Y ese (irremediablemente) es el fútbol que se viene”. Entrevistador: Horacio Pagani, El Gráfico, 15-01-75, Pág.. 22
“Hasta el 74´ el trabajo con la selección no era bueno, siempre lo dije. Después se pasa a uno que para mí es bueno, que da frutos [...] Con respecto a la selección, que jamás se vuelva antes del 74. En ese tiempo yo lo vi una vez a Menotti cargando 10 pelotas en el Torino, y ahora la selección tiene un ómnibus para la utilería. Eso simboliza lo que se progresó, la seriedad que se le dio a todo en esta última época [...] En la parte táctica la discusión puede ser interminable, yo no me ponía de acuerdo ni con Zubeldía o Manera”. El Gráfico,5-10-82, Pág. 42-45.
“Es muy lindo hablar de un fútbol y después hacer todo lo contrario. En Argentina 78´ podían haber entrado de 10 varios jugadores: Alonso, Maradona, Bochini, Patricio Hernández. Sin embargo jugó “el Hueso” Kempes que hasta un tiempo antes no estaba en los planes del técnico. Lo mismo que Fillol. El mundial del 78´ se ganó haciendo el fútbol que el técnico decía que no servia para nada. Esto es lo que yo llamo pregonar una cosa y después hacer otra [...] Yo no soy amigo de Serrat, no tengo la suerte de conocerlo. Soy amigo de Calabró y de Miseria Espantosa. A mi me tocó vivir otra clase de vida, soy un tipo de barrio [...] No entiendo a los que se titulan hombres de izquierda y andan a los abrazos con los militares. Esto si que no lo puedo entender”. El Gráfico, 12-07-83, Pág. 87.
“Defiendo el resultado y quiero que los jugadores sufran por conseguirlo” El Gráfico, 08-12-92, Pág. 27.
“Perder contra Brasil, o quedar eliminado en la primera rueda, hubiera significado toda una vida de técnico tirada a la basura. Viví momentos muy difíciles. Me enloquecí. Por instantes, por la cabeza me pasaron cosas muy extrañas”. (Refiriéndose al mundial 1990), Clarín, Historia de la Selección, mayo del 2002, Pág. 164.
Otros testimonios:
“Yo dije que contra Brasil había sido un milagro”. (Refiriéndose al mundial 1990), Diego Maradona, Clarín, Historia de la Selección, mayo del 2002. Pág. 165.
“Pienso que el fútbol argentino le debe mucho a Menotti. Por varias cosas, no solamente por el titulo mundial. Fue Menotti quien despertó el interés de los jugadores por integrar la selección. Los respaldó, obligando a los dirigentes a que lo respeten primero a él y después a sus decisiones [...] no es casualidad tampoco que haya logrado el milagro de que la selección tenga hinchada propia. A mí me alegra por “el flaco”, a quien quiero mucho [...] El peor error que puede cometer un técnico es cortar la inspiración de sus jugadores”. Osvaldo Zubeldía, El Gráfico, 21-04-81, Pág. 54.
“Como no había demasiado tiempo, la junta creó un organismo independiente que se encargara de la organización del torneo: el ente autárquico mundial 78´ (EAM 78´), cuyo su primer presidente fue el general Omar Actis quien era amigo personal de Videla e impulsaba un campeonato austero acorde con la situación del país. Como Massera opinaba lo contrario, ubicó como vicepresidente a su confidente, el Almirante Carlos Lacoste. Resultado: tras miles de roces, Actis se cansó y echó a Lacoste. La historia no concluyó ahí: un mes y medio después Actis fue asesinado... Massera tenia vía libre... Así, a Argentina el mundial 78´ le costó 520 millones de dólares, el cuádruple de lo que invirtió España en 1982 [...] Cruyff, el holandés que fue la estrella de Alemania 74´ se negó a participar en Argentina 78´ como protesta a las violaciones de los derechos humanos [...] Desde la FIFA, la postura pro-junta militar liderada por el brasileño Joao Havelange, se sostenía que en el país estaba todo bien [...] lo cierto que en el 98´ el arquero Ramón Quiroga dijo públicamente que algunos de sus compañeros habían recibido dinero y que dudaba del defensor Rodolfo Manzo”. Clarín, Historia de la Selección, mayo del 2002.
“[...] El jugador peruano Manzo (que tuvo un transito fugaz por Vélez Sarsfield) en una noche de copas que soltó la lengua, confesó que sabía de 50 mil dólares que había recibido su equipo aquella vez. El ex boxeador, Jorge Fernández, al que se lo conoció como “el Torito de Pompeya”, confirmó aquella declaración de Manzo pues el mismo había sido oyente de sus palabras.” El Director Técnico del Proceso, Pág. 89.
“¿Que tendrá que ver este equipo con la doctrina Menotti? Más vale fuerza que toque. [...] Argentina solo trata de interpretar o hace que interpreta el jogo bonito en una versión muy sui generis que es cuando se prestan la pelota en la salida. Cuando se sale del fondo con presunta pelota dominada para hacerla circular lateralmente hacia atrás como si esa píldora para dormir pueda confundirse con el toque tan esgrimido por la filosofía Menotti en los tiempos en que todavía no era apostata de su misma religión [...] este equipo argentino, juega lo mismo que el que pisó a los holandeses en el alargue de la final campeona. Lucha más de lo que juega. “Pone” más de lo que luce. Trabaja más de lo que se divierte. Y muestra más rasgos de juego tosco que de bonito [...] Y, principalmente, no alegra ni divierte a los espectadores en esa preocupación por “dar espectáculo”, que antes tanto identificaba la oratoria del técnico de la selección [...] Yo me pregunto, por ejemplo, ¿A que jugó el equipo campeón del mundo en la primera parte frente a estos alemanes? A nada. Y esa es la verdadera definición: A NADA. Tanto en el fondo, como en el medio y más a NADA en la sincronización de movimientos que empiezan en el fondo y concluyen arriba [...] ¿De que jugó Kempes? DE NADA. ¿Quién fue a la raya izquierda? NADIE. ¿Quién fue a la derecha? A veces Bertoni, solo a veces. Pero, en el aspecto colectivo ¿Respetaron los jugadores la vieja doctrina Menotti del toque, circulación, rotación, pelota contra el piso, tiempo y distancia y toda la erudición tradicional y vendedora que en un tiempo yo también compre [...]? Ni una maniobra con 3 toques ganando terreno. Ni un desborde con fondo y centro atrás, salvo una de Bertoni en la primera parte que, justamente, no encontró receptor en la otra raya [...] Ni una jugada limpia que permite la llegada con pretensiones de gol. Solo el toque pausado a lo Talleres en la salida pensada, trabajada mentalmente, pero impotente [...] Además, ¿Dónde se vio el famoso e histórico acordeón a la brasileña? ¿el cambio de Kempes por Valencia? Eso me demuestra más gráficamente que Menotti no tiene muy decidido “el equipo” en la distribución de funciones. ¿qué analogía guardan Kempes con Valencia, aun admitiendo que Kempes salió por lesión? [...] En el funcionamiento de nuestra selección se superponían las funciones con una masiva concurrencia sobre el lateral izquierdo donde se celebraban reuniones íntimas Ardiles, Tarantini, Kempes, Maradona y en algunas circunstancias, también el “Pelado” Díaz que tampoco encontró su verdadera ubicación. Después, cuando “se hacía la noche” se desenganchó toda la potencia hasta entonces encarcelada de Passarela, se fue con más vigor Tarantini aunque sin resolver y metiendo pata, ganas, hasta tirando ollazos, cruzando pelotazos, traicionando todos los viejos preceptos del jogo bonito, del espectáculo antes que nada, del fútbol alegre”. Osvaldo Ardizzone, Goles Match, Contra-tapa, Argentina-Alemania, mundialito de Uruguay 1981.
Conceptos de Menotti
“Hay que hacerle entender al jugador que el fútbol es un juego. Y, por lo tanto, es difícil, como todos los juegos. Porque lo más importante es saber jugar. Y jugar bien es entender el juego [...] todos pueden jugar de todo, dice alguien por ahí. Y es cierto. Lo que no sé es si pueden jugar bien [...] Yo no quiero dirigir y que todos me digan que si. Quiero discutir, debatir ideas. Antes había más personalidad [...] Quizás antes el jugador era más individualista. Pero asumía los riesgos a favor del equipo. El que gambeteaba era un individualista que buscaba favorecer al grupo. Ahora no se asumen los riesgos.” Clarín, 19-05-96, Pág. 66.
“[...] una mística del sacrificio y del trabajo que ocultaban, en realidad, la mediocre realidad de sus intenciones [...] llegaron un día los hombres insensibles, incapaces de sentir el cosquilleo emocionante de una gambeta o un pase de taquito y quisieron enfrascarlo, computarizarlo, cuadricularlo, preverlo, y hablaron del resultado como único objetivo válido [...] Acusaron de antigua la felicidad del juego y dijeron que era muy moderno el aburrimiento inaguantable y la mediocridad [...] suponían que con ese lenguaje extraño podían reemplazar la alegría de jugar por la seriedad de lo preparado. Y suponían también que podían confundir a quienes en los estadios veían con sus propios ojos que a pesar de lo elaborado en los oscuros pizarrones de las tácticas universales, era al fin Maradona quien, gambeteándoselos a todos, hacia el gol del triunfo [...] Como en los cuentos de hadas y de brujas, hasta las propias brujas, aburridas y temerosas de que el negocio del resultado los deje sin negocio, dieron ya su voz de alerta [...] El fútbol no tiene otro futuro que su pasado. Quiero decir que no tiene otro camino que recuperar su esencia lúdica que volver a hacer una competencia de talentos enfrentados a situaciones imprevistas”. El Gráfico, 8-12-92 Pág. 27.
“Cada uno tiene incorporado como hombre el folklore, el clima, las pautas culturales en que se fue desarrollando y eso no se puede dejar en el vestuario cada vez que se sale a un campo de juego. También los que niegan la existencia de un fútbol nacional lo plantean en términos de antiguo o moderno. El fútbol tuvo la generosidad de abrir puertas a muchos frustrados, quienes aportaron muy poco para enriquecerlo. Todo lo contrario. Se subieron al carro del triunfalismo y confundieron apuntando a una falsa antinomia: “Antiguo, pésimo; moderno, excelente”. Así: “Adolfo Pedernera, un desastre; Carlos Bilardo, un genio”. La misma concepción ideológica liberal que niega la historia: “San Martín, Artigas, Irigoyen, Perón, murieron. Para entrar en la modernidad no hay que estancarse en el pasado”, repiten. [...] Nadie, absolutamente nadie, niega que el fútbol en los últimos tiempos tuvo una transformación, pero una transformación negativa, como consecuencia de las tácticas, de la mediocridad, del miedo, pero el fútbol, en su esencia, sigue siendo el mismo. [...] la diferencia es que antes había orgullo, respeto por el juego. Si un jugador tiraba la pelota torpemente afuera, se consideraba una grosería que no la perdonaban ni los propios compañeros [...] eso fue manteniendo una línea, un estilo. Fue modelando “la nuestra”. Era la adhesión al buen gusto que no solo se trasuntaba en el fútbol, también en la ropa, en la música, en el baile, en las costumbres. Hoy, un grupo de tilingos quiere hacernos creer que “sobre gustos no hay nada escrito”. Sobre gustos no hay nada determinado, pero hay una estética. [...] Aquel que vio jugar a Enrique Omar Sívori no puede afirmar que no existe el fútbol comparativo. Hay quienes eligen otros modelos ¿qué podemos hacer por ellos? Nada.” Homenaje al Fútbol, La Maga Colección, enero/ febrero 94´.
“Cada país tiene un estilo para buscar la eficacia, juega de determinada manera, esta ligada también a la raza. Nosotros hemos pertenecido a una raza de inmigrantes bien comidos, con un país muy generoso geográficamente, que nos acerco mucho más, en generaciones siguientes a esa inmigración, al arte que al laburo. Siempre nosotros fuimos más artistas que trabajadores [...] entonces, hay un estilo argentino y cuando vos queres cambiar ese estilo argentino es muy difícil encontrar la eficacia. Sería lo mismo que pedirle a los alemanes que jueguen como los brasileños: no ganarían nunca. [...] Empezaron a transformar un taller creativo donde artesanos y artistas estén creando cosas, en una fabrica utilitaria donde yo soy el jefe y no importa si aprendo y si se. [...] El más grande secreto que tiene el juego es engañar más de lo que me engañan. [...] Hoy dentro del fútbol los tiempos de los grandes negocios se devoraron todo. Se devoraron las divisiones inferiores, se devoraron la identidad de una institución. Hoy cualquiera agarra un club, como se decía en una época, el club de los amores de un tipo, vienen 4 vivos y lo funden y lo destrozan y se esconde las inferiores y se las roban. [...] Hay una legislación tan permisible y tan cruel que tenemos el 80% de los clubes en convocatoria. [...] Cuando se pierde una conducta y se apuesta desde los medios a la explotación, a la dominación, a la farsa, a la trampa, la televisión empieza a ser nociva [...] hasta el idioma hemos perdido, ya cada vez hablamos peor y cada vez decimos menos cosas. Por lo tanto, esta televisión de hoy es cruel y en el deporte, es vergonzante. Vergonzante porque es un monopolio manejado con despotismo y autoridad desde el poder económico que hace lo que se le da la gana. Entonces, esta televisión, al deporte lo sigue condenando a destruir todo aquello que disienta. Son tan ignorantes que ni siquiera quieren aprender desde el disenso: todo tipo que piensa diferente se transforma en un subversivo para los medios actuales. Hoy hay que ser complaciente a los presidentes poderosos, a las ordenes y al poder para estar en los medios. [...] En esta sociedad los éxitos no se analizan [...] ¿A quien le importa? Al mundo de los negocios no le importa demásiado. Es lo mismo que le den un premio, oro, platino, que se yo lo que le dan, a alguien porque vendió 2 millones de discos y no acierta 2 notas, pero bueno, vende y ya esta, ¿A quien le importa?” El fútbol por dentro, 05-2006.
miércoles, 24 de octubre de 2007
La Alemania y el Bayern Munich de Franz Beckembauer. Cruyff, el Ajax y la selección holandesa.
“No había en Holanda una selección propia de este nombre. No se había trabajado para lograrlo, ni se había fraguado el indispensable espíritu de equipo, ni menos trazado las acciones colectivas indispensables. Pero teníamos al hombre capaz de transformar a 22 jugadores en un gran equipo. Este era Rinus Michel, nuestro seleccionador. Reunía capacidad, inteligencia, mentalidad, conocimiento del fútbol moderno y una habilidad singular para construir un conjunto [...] Pregunté a mis compañeros, uno por uno, si aceptaban el sometimiento total a los sistemas tácticos de Michel, la conservación de una moral de victoria y la entrega total a la misión en la que confiaban la decena de millares de aficionados holandeses. “Quien no este con nosotros, estará contra nosotros”, les dije. Nadie desertó de nuestras filas.”
Me gusta el fútbol, 2002.
“Siempre he dicho que lo más importante son los jugadores. En el 74 me rodee de buenos jugadores, de los que yo ya conocía a la mayoría por haber trabajado juntos en el Ajax. Tenía un plan, un esquema, e intente buscar los jugadores que se adaptaran mejor. Trabajé con ellos durante tres meses, traté de motivarlos e inculcarles la forma básica del funcionamiento de equipo, basada en el concepto de ocupar toda la cancha, ganándole la pelota al rival lo más cerca de su arco, y producir luego el ataque con los hombres necesarios sin distinción del número de camiseta, y lógicamente, haciendo los relevos correspondientes. Lo bueno fue que los jugadores lo entendieron, se convencieron, y se dieron los resultados. Ustedes, los periodistas, después lo definieron como “futbol total”.
“Distefano tenia un hermanito gemelo al que no conocía : se llama Johan Cruyff....Pero hay algo que jamás aceptaré que se pierda en los equipos que yo dirijo: la alegría. las ganas de tomar al fútbol como un juego, en serio, pero como un juego...por eso muchas veces no me preocupa demasiado algún exceso de habilidad o de juego lujoso.”
“Es un hombre que golea. Que se desmarca bien [...], cambia fácilmente de ritmo, profundiza, desborda por los costados. Técnicamente extraordinario. Dispone de una velocidad semejante a la mía. Sabe cambiar con el compañero en toque corto. Las sabe todas”.